lundi 14 avril 2008

La princesa que creía en los cuentos de hadas...

El título de este comentario hace referencia a un libro que lleva ese nombre y, por medio de un cuento de hadas, pretende dejar una moraleja acerca de la vida personal y del amor.... algo así. Aunque es una lectura ligera bajo el tono de un cuento, que incluso a varios les sonaría bastante ridículo, yo sí soy de la idea de que cada libro nos puede aportar algo, por ínfimo que esto sea.


He aquí que comparto con ustedes algunas observaciones con respecto a puntos importantes con eso de las princesas, sapos y otras cosas y que dentro de las lagunas mentales se me ocurrieron especificar:

  • Niñas... los príncipes no existen, y si esperan uno pues siéntense porque va pa' largo
  • Niños... las princesas tampoco existen y se hace la misma recomendación que a las niñas
  • Los buhos no hablan, ni usan sombrero ni tocan el banjo
  • Cuidado con los códigos de conducta, quien los escribe no tiene la verdad absoluta
  • Los delfines no hablan...
  • Los magos también pueden ser del sexo femenino (no sean misóginos)

Y fuera de esto hubo algunos puntos interesantes que sí me gustaría mencionar y que sí tienen que ver con respecto a la moraleja del libro:
  • Uno no puede aprender la verdad por los demás, debe descubrirla por sí mismo
  • Permanecer anclado en el pasado es algo serio
  • Lo que es, es y no va a cambiar aunque uno no quiera saber la verdad
  • La gente se convierte en víctima de víctimas cuando su necesidad de ser amada eclipsa su necesidad de ser respetada
Y aunque esto se escucha algo romántico, pues creo que tienen bastante de verdad y cada uno estará inmerso en su propia lucha interna y en este mundo (donde nos haya tocado estar...). Felices y gloriosas batallas amigos mios......

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